
Mujeres trasladando maletas con destino La Habana. Puerto de La Coruña, fotografiado por Ángel Blanco en 1925
Hay expertos como Eduardo Lago, ex director del Instituto Cervantes en Nueva York, que aseguran que en el español de Estados Unidos se está fraguando una latinitas de signo opuesto a la primera, la que se produjo cuando el latín se disgregó dando lugar a varias lenguas romance.
Lago afirma que, en el país de los dreamers, los hispanohablantes tienden a acortar distancias entre sí y que el español que hablan va ganando cada vez más cohesión.
¡Qué proclives estamos siempre a abrigarnos con los discursos positivos! Nos lanzamos sobre ellos tan felices, y casi ni nos acordamos de masticarlos un poco, a ver qué pasa. Pincha aquí abajo si quieres indagar un poco:
El español, gallego del inglés