El ebook y el largo aliento de la imaginación

 

No todo está escrito, ni pintado, ni hecho.

Y desde luego que nada está dicho y re-que-te-dicho.

Seguro que los agoreros de la Humanidad llevan proclamando la condena de la imaginación desde mucho antes de que se inventaran la rueda o el primer libro. Pero mira, aquí estamos, a vueltas con si el ebook tal o el ebook cuál… y entre medias nos hemos sacado de la manga la máquina de vapor, el automóvil, el bolígrafo y hasta este maravilloso teclado que traduce a palabras el impulso que el cerebro envía urgentísimo a mis dedos.

“Baco”, del maestro Caravaggio.

 

Los blogs ya no los lee casi nadie. Se los ha comido el micro-blogging, el pajarito tuitero que te permite escribir y leer en corto, a toda velocidad. Pero yo hoy tengo ganas de escritura larga, melenuda. Necesito declamar que me cansan los cenizos, los pajarracos negros que sólo ven tierra quemada en lo que proyectan las manos mías, en las tuyas si se las enseñas…

Me apetece gritar que el mundo se hace con sol, no con las cenizas de los cenizos.

Hay cosas nuevas esperando a que la luz las ilumine. El libro electrónico, por ejemplo. El ebook que es ebook –y no inmóvil papiro- desde su misma concepción.

Hoy que es lunes, día de alerta y emprendimientos, me he levantado con la pierna izquierda, dispuesta a derrotar derrotas, hielos, supersticiones. Empezando, claro está, por la hiel que más me agravia: la idea de que el ebook es sólo una versión sin papel del libro de siempre.

Pues no, despreciables amantes de la Tierra Negra.

No es lo mismo sin papel que digital. En absoluto. Cabe una sima marina entre el ebook entendido como simple pdf y el ebook  concebido como libro electrónico.

Hace siete meses, al inaugurar nautebook.com, dedicamos un exquisito cuidado a la explicación de qué son los ebooks.  Los definíamos entonces –y los definimos de nuevo ahora- como “libros cuya principal característica es la hondura de sus páginas, las capas de información que se abren desde su superficie”.

Un ebook es lo que se lee… y algo más. Es lo que se ve, pero sumado a otra cosa: a aquellas aguas, mucho más hondas, a las que el lector puede acceder a su través. Es el texto que aparece en la pantalla, junto a  todos los enlaces a vídeos y documentos originales que el escritor haya tenido a bien seleccionar.

Seleccionar no es lo mismo que almacenar.

Un ebook verdadero nunca pierde de vista que su alma, como la de todo buen libro, está hecha de dos cosas: de síntesis y análisis.

Un buen ebook, al  igual que un buen libro de papel, ofrece relevancia. Significado y no batiburrillo.

El libro digitalizado se limita a trasvasar el libro tradicional a un dispositivo electrónico. Sin embargo, y en contraste, un ebook navega por las galaxias más  sofisticadas que permite la moderna tecnología; contiene el poder de un “Ábrete, Sésamo”.

¿Quiere usted acceder al discurso que el líder de Apple, el mítico Steve Jobs,  dio en Stanford? ¿Quiere apreciar con sus propios oídos cuál es su valor? ¿Quiere conocer de primera mano un documento de la Securities and Exchange Commission?

Un libro electrónico, un libro que va más allá de la simple digitalización de contenidos, da la posibilidad de acceder a la fuente de información original…

Las capas de información a las que da acceso un libro electrónico son especialmente útiles para textos profesionales y para esos textos de divulgación a los que estamos confiando buena parte de la educación financiera de nuestras sociedades. Perfecto,  pero ¿qué más puede ocurrir con los libros electrónicos? ¿Alguien se atrevería a sentenciar que los ebooks son inútiles para la literatura, que deberían conformarse los narradores de ficción con simples pdfs, con la versión light y desnatada de los nuevos mundos que a todos abre la tecnología?

¿Quién nos dice que Cervantes no hubiera dado un codo (imposible prescindir de su única mano) para que Caravaggio  le hubiera pintado un “Baco” como complemento de su prosa?

¿Qué hubiera dado León Tolstoi por ilustrar la desesperación de Ana Karenina con la obra de algunos grandes  maestros de la pintura?

¿Quién nos dice que el ebook no dará paso al picto-ebook o al vídeo- ebook literario?

La imaginación tiene el aliento largo, pero aún así es mucho más corto que el de la propia realidad.

 

 

 

 

Acerca de Esclavitud Rodríguez Barcia

Periodista y escritora, autora de las novelas "Un rumor que no se va" y "Nunca más tu sombra junto a mi". Ha trabajado como consejera técnica en la Secretaría de Estado de Comunicación (España) y formó parte del equipo fundador de Inversor Ediciones. Redactora en prensa económica y creatividad publicitaria. Nació en Vigo en 1961. Es Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense y Máster en Comunidades Europeas por la Escuela Diplomática de Madrid.
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